El pasado Día de San Jordi me regalaron un libro. Qué original ¿no?. Pues si que fue original, ya que se trataba de «Has marxat sense avisar«, la última obra de Lluís Oliván. Doscientas veintinueve páginas que estoy leyendo poco a poco, saboreando cada una de ellas, como si fuera ambrosía.
No me tengo por un mitómano pero esa tarde cogí el libro bajo el brazo y con paso decidido me encaminé a nuestra nueva Biblioteca de Ca l’Oliveres para que Lluís me lo dedicara. Tuve suerte, quedaba poca gente y fui el último a quien dedicó.