Hacía tiempo que quería acabar esta serie, le tenía ganas. Pasaban los días y no encontraba el momento de rematar la faena, hasta que se presentó la oportunidad de mostrarla en Olot. ¡Ay, amigo! esto ya es otra cosa. Parece mentira que el ser humano, y yo particularmente, funcionemos mejor bajo presión, y en el momento que ya había fecha para la muestra, todo se precipitó.
Acabar de seleccionar las imágenes; escoger el tipo de marco; ir al laboratorio y después volver, a recoger las 16 fotografías; preparar los soportes y, por fin, ir hasta Olot a dejar las obras en el lugar donde estarán expuestas hasta el 29 de agosto.

¡Uf! que estrés, pero vale la pena. Además, el hueco que te queda en el cerebro, una vez acabas un proyecto es INDESCRIPTIBLE. Un hueco que normalmente dura poco ya que tienes otros proyectos pendientes que lo llenan casi de inmediato pero, ese momento de satisfacción ya no te lo quita nadie.

Esta serie titulada Irrepetible surge a partir de una noticia aparecida en la prensa, que hablaba sobre la soledad de muchos individuos de la sociedad japonesa y de los actos que a menudo son capaces de hacer.
Son cuatro composiciones independientes que, desde un punto de vista subjetivo, nos muestran lapsos de tiempo variables. La lectura de izquierda a derecha nos acerca al desenlace y nos propone una reflexión sobre la soledad del ser humano en el acto de máxima independencia e individualidad.
Irrepetible, de Màrius Gómez.
Son 16 fotografías en color de 230×230 mm en grupos de cuatro
Exposición en Levi’s Store de Olot
(Plaça Major, 8. Olot) durante la IX BIENAL OLOT FOTOGRAFIA 2010