EspaiGarum convoca para el domingo 1 de Marzo de 2009 de 16h a 18h el 2º HANAMI de Lliçà d’Amunt, junto al campo de almendros de Can Riereta.
En Japón tienen una tradición muy arraigada que consiste en ir a ver los árboles floridos. Esta tradición se llama HANAMI (Hana, flor en japonés y –mi, del verbo ver). El hanami más importante del año es el de la flor del cerezo (Sakura).
Bajo la luz del sol, el delicado rosado de las innumerables flores de cada árbol, reflejan no solo serenidad, sino que reflejan la esperanza de una nueva primavera. Después de aguantar el frío y la desolación del invierno, la fuerza de vida que se escondía en el árbol, sale a contagiar a todos los que lo rodean.
Aprovechando el poco tiempo que dura este regalo, los japoneses, a la sombra de los Sakura, reunidos con las amistades y la familia, y compartiendo los alimentos que todos aportan, celebran la vida. Para la sociedad japonesa los Sakura representan lo efímero de la vida humana ya que las flores desaparecen completamente en solo una o dos semanas.
En el siglo XVIII, Motoori Norinaga (1730-1801) establece una de las filosofías centrales de la literatura japonesa resumida en la frase «mono-no-aware» Literalmente se traduce como “la lástima de las cosas” o “la compasión hacia las cosas”, pero su significado va mucho más allá. Para los japoneses, “mono-no-aware” significa que todo tiene un ciclo, que en el mundo desde los animales y los árboles, hasta las montañas y los ríos, tienen un principio y un final y que la destrucción de algo, a final de cuentas, es parte de un ciclo inevitable. “Siempre hay belleza en algo que llega a su fin”, hay belleza en la tragedia; “mono-no-aware” nos enseña a ser sensibles a la belleza que hay en todo y a valorar el tiempo. El florecer de los Sakura y lo súbito de su partida, es el origen de este pensamiento.
En el siglo XVIII, Motoori Norinaga (1730-1801) establece una de las filosofías centrales de la literatura japonesa resumida en la frase «mono-no-aware» Literalmente se traduce como “la lástima de las cosas” o “la compasión hacia las cosas”, pero su significado va mucho más allá. Para los japoneses, “mono-no-aware” significa que todo tiene un ciclo, que en el mundo desde los animales y los árboles, hasta las montañas y los ríos, tienen un principio y un final y que la destrucción de algo, a final de cuentas, es parte de un ciclo inevitable. “Siempre hay belleza en algo que llega a su fin”, hay belleza en la tragedia; “mono-no-aware” nos enseña a ser sensibles a la belleza que hay en todo y a valorar el tiempo. El florecer de los Sakura y lo súbito de su partida, es el origen de este pensamiento.
En LLiçà no tenemos campos de cerezos, pero si que gozamos cada año de los almendros en flor de Can Riereta. Son 77 árboles que en febrero florecen desplegando toda su belleza.
Hace un año Espai Garum convocó el 1er HANAMI de Lliçà y ahora queremos repetirlo. Este Hanami no será como en Japón, ya que los almendros están en una propiedad privada y no podemos situarnos bajo sus ramas, pero eso no quita que nos reunamos en sus alrededores a gozar de su belleza.
Hace un año Espai Garum convocó el 1er HANAMI de Lliçà y ahora queremos repetirlo. Este Hanami no será como en Japón, ya que los almendros están en una propiedad privada y no podemos situarnos bajo sus ramas, pero eso no quita que nos reunamos en sus alrededores a gozar de su belleza.
El objetivo es reunirnos durante 1 ó 2 horas, detener nuestro habitual ritmo frenético y disfrutar de la belleza de los almendros, en buena compañía. Cada participante puede traer lo que le apetezca para que su estancia sea placentera: Si quieres estar sentado, tráete una silla. Si quieres tomar café, tráete un termo. Espai Garum traerá una botella de Brandy para el carajillo, otra de moscatel y vasos.