Desde hace unos meses Lliçà dispone de una tienda regentada por personas de etnia china. Es una tienda al uso, con sus figuritas de Buda, herramientas, ropa, menaje, cuentos, ropa, etc, etc, etc…
En esta época del año, cuando los arces despliegan todo su cromatismo, es un placer contemplarlos delante de la fachada de la tienda, alineados, rojos, ocres, rosados, es como si estuvieras en los jardines de la Ciudad Prohibida de Pekín.